Los trabajos de Persiles y Segismunda: 36

15/02/2009 2.755 Palabras

Los trabajos de Persiles y SegismundaLibro Segundo Capítulo XI de Miguel de Cervantes y Saavedra Segundo Libro Capítulo Once Paréceme que si no se arrimara la paciencia al gusto que tenían Arnaldo y Policarpo de mirar a Auristela, y Sinforosa de ver a Periandro, ya la hubieran perdido escuchando su larga plática, de quien juzgaron Mauricio y Ladislao que había sido algo larga y traída no muy a propósito, pues, para contar sus desgracias propias, no había para qué contar los placeres ajenos. Con todo eso, les dio gusto y quedaron con él, esperando oír el fin de su historia, por el donaire siquiera y buen estilo con que Periandro la contaba. Halló Antonio el padre a la Cenotia, que buscaba en la cámara del rey por lo menos; y, en viéndola, puesta una desenvainada daga en las manos, con cólera española y discurso ciego arremetió a ella, diciéndola (la asió del brazo izquierdo y levantando la daga en alto, la dijo: -Dame, ¡oh hechicera!, a mi hijo vivo y sano,...

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