Los trabajos de Persiles y Segismunda: 63

15/02/2009 3.593 Palabras

Los trabajos de Persiles y SegismundaLibro Tercero Capítulo XVII de Miguel de Cervantes y Saavedra Tercer Libro Capítulo Diez y Siete La ira, según se dice, es una revolución de la sangre que está cerca del corazón, la cual se altera en el pecho con la vista del objeto que agravia, y tal vez con la memoria; tiene por último fin y paradero suyo la venganza, que, como la tome el agraviado, sin razón o con ella, sosiega. Esto nos lo dará a entender la hermosa Ruperta, agraviada y airada, y con tanto deseo de vengarse de su contrario que, aunque sabía que era ya muerto, dilataba su cólera por todos sus decendientes, sin querer dejar, si pudiera, vivo ninguno dellos; que la cólera de la mujer no tiene límite. Llegóse la hora de que la fueron a ver los peregrinos, sin que ella los viese, y viéronla hermosa en todo estremo, con blanquísimas tocas, que desde la cabeza casi le llegaban a los pies, sentada delante de una mesa, sobre la cual tenía la cabeza de su esposo...

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