Características fundamentales Cabe mencionar sus efectos cuánticos. En escalas nanométricas, los electrones presentan comportamientos ondulatorios, modificando propiedades ópticas (por ejemplo, nanopartículas de oro que absorben luz verde y aparecen rojas). También su alta reactividad: al tener una superficie extremadamente grande en proporción a su volumen, son ideales para catálisis o liberación controlada de fármacos. Finalmente, su capacidad de autoensamblaje, ya que algunas pueden organizarse en estructuras ordenadas mediante interacciones moleculares.